Descripción
AÑOS SALVAJES
William Finnegan
Un relato de aventuras clásico, una autobiografía intelectual, una road-movie literaria.
Años salvajes es el relato de una obsesión, la de William Finnegan con el surf. Finnegan comenzó a hacer surf de pequeño en Hawái y California, fue un niño relativamente tranquilo y estudioso, pero su pasión por el surf le llevó en su juventud a dejarlo todo y a viajar durante años por el Pací co Sur, Australia, Asia y África. Con el tiempo y en parte gracias a esas experiencias se convertiría en un reconocido escritor y corresponsal de guerra.
Años salvajes sumerge al lector en mundos tan desconocidos como fascinantes. Como el de la extraña camaradería que se fragua entre los que persiguen olas, tanto da si lo hacen en las costas de San Francisco y Nueva York como en la recóndita isla de Fiyi donde Finnegan y un compañero descubren una de las mejores olas del mundo. Acompañamos al autor a través de los turbulentos años sesenta y setenta, que cambiarán para siempre la sociedad, en algunas locuras lisérgicas de juventud y en viajes a tierras cada vez más remotas. En el curso de sus aventuras se revela como un poderoso observador, analizando como si fuera un antropólogo la vida en un pueblo de pescadores en Samoa o el mercado negro de Indonesia, donde casi sucumbe a la malaria.
La apasionante historia de una obsesión, un libro lleno de vida.
El mejor libro de surf que se ha escrito nunca (apto también para profanos).
Sobre el autor
William Finnegan
(Nueva York, 1952) es escri- tor y periodista. Staff writer de la revista The New Yorker desde 1987, ha escrito sobre temas tan diversos como el apartheid, la guerra de los Balcanes, política latinoamericana, la pobreza en EE. UU. o el surf. Sus artículos y reportajes han recibido diversos premios y distinciones. Es autor de cinco libros: Crossing the Line (1986), Dateline Soweto (1988), A Complicated War (1992), Cold New World: Growing up in a harder Country (1998) y Años salvajes (2015, galardonado con el Premio Pulitzer de biografía 2016).
Sobre este libro se ha dicho
En playas de todo el mundo, viajando casi sin medios y con una enorme curiosidad por descubrir pueblos y gentes, William Finnegan demuestra en este extraordinario relato de aprendizaje que el viaje también es interior.
«Este relato de un sur sta en búsqueda de la trascendencia es una obra maestra que recuerda al primer James Salter.» Geoff Dyer (The Observer)
«Finnegan ha escrito realmente un libro de surf, claro, pero en el fondo, Años salvajes ofrece una sagaz visión de una infancia americana. Como hacia rutas salvajes de Krakauer, es una indagación empática de lo que ocurre cuando las ideas literarias sobre la libertad y la pureza calan en un joven y lo llevan a los lugares más recónditos del mundo.» Jay Caspian (The New York Times Magazine)
«Increíble… Escrita y estructurada con suma elegancia, es una fascinan- te historia de aventuras, una autobiografía intelectual y una re exión sobre el amor, la amistad y la familia… Un escritor sutil y observador, Finnegan explora todos los aspectos del surf –desde su técnica y las emociones embriagadoras que provoca hasta su cultura y sus códigos tribales– de una forma que conmueve por igual tanto a los sur stas como a los completos desconocedores del tema. Sus descripciones sobre las olas más poderosas e implacables del mundo son de una belleza im- pactante… Finnegan relata con una honestidad que en muchos momen- tos me recordó en su intensidad al clásico Stop-Time de Frank Conroy.» John Lancaster (The Washington Post)
«¿De cuantas maneras se puede describir una ola? Uno nunca se cansa de ver cómo lo hace Finnegan, periodista de The New Yorker, que lleva una doble vida como sur sta empedernido y viaja alrededor del mundo ex- poniendo su vulnerable cuerpo a la fuerza de las olas en busca de transi- torios momentos de gloria. Una actividad nunca antes descrita con tanta sensibilidad y destreza.» TIME, Top 10 de libros de no acción de 2016
«Como leer a Hemingway hablando sobre corridas de toros, William Burroughs sobre sustancias prohibidas o Updike sobre adulterio» Sports Illustrated